viernes, 27 de enero de 2012

Dieciocho...

El alma se forja igual que se forja la más perfecta espada. El fuego calienta el metal volviéndola frágil ante los golpes que recibirá en el yunque, esto servirá para crear una forma definitiva que recibirá las caricias del agua para templarse y así aguantar una batalla tras otra. Así también se forja el alma a base de fuego, golpes y caricias...

Para Teresa, con caipirinha todo suena mejor...

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