viernes, 7 de abril de 2017

Viaje...

Cuántas veces hemos escuchado o dicho la frase "se madura con los daños, no con los años". Y es que, al parecer, el ser humano es capaz​ de comprender mucho mejor ciertas situaciones vitales mediante el error o el dolor que nos causa, siempre y cuando después de esa situación nos pongamos a pensar y hacer las cosas para cambiar o mejorar esa situación que nos ha dañado. En definitiva se aprende, y muchas veces no al instante. A veces hay un proceso de maduración personal, que por experiencia propia diré que no tiene nada que ver con la edad... He visto personas con 18, 20, 21, 23... Con una madurez ante ciertas situaciones que superan en mucho a las mías o a las de gente con mucha más edad. Esa madurez se la dió en cierto modo el daño, a veces tanto que se me escapa entre pensamientos como hoy en día, esas personas, pueden estar enteras y con la capacidad de sonreír intacta... En comparación con ellas, la gente como yo, sólo podemos aprender y disfrutar de esas sonrisas... Esas experiencias nos deberían valer siempleme para reflexionar y madurar en nuestro camino de una forma menos indolora. Eso sería lo ideal, pero tal y como dije al principio, al parecer, el ser humano madura antes con los daños propios que los ajenos, y parece que es sólo en ese momento en el que nos damos cuenta de la falta de madurez que podemos tener ante ciertas cosas y que personas más jóvenes las ven y actúan de la forma más razonable, de esa forma que nosotros no vemos y apreciamos en un primer momento. Aún recuerdo las veces en las que se me queda la cara de tonto mirando al infinito sin saber qué y cómo hacer, y que otra persona con esa madurez que da la parte más oscura de la vida te diga cosas que ni siquiera habías valorado, pero que justo ahí delante de esa cara de bobo están.

Hace un tiempo escuché que los monjes budistas son capaces de retirarse hasta 3 años para meditar y pensar. Creo que no de una forma tan prolongada y organizada voy a intentar imitarlos, un viaje, un momento de desconexión vendrán genial para ir recogiendo esas partes de uno que se quedan en el camino y que a veces viene bien volver a tener, sobre todo cuando se intenta recomponer y aprender de esas personas que supieron o tuvieron que madurar mucho antes y más de lo que yo lo he hecho. Esto me impedirá estar en otros lugares o para otras persona, pero ahora necesito estar para mí.

Debería viajar más en tren...

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