La noche cerrada se apreciaba por
aquella amplia ventana que daba al lateral de la Plaza de San Pedro.
Con una respiración profunda abrió lo
ojos y... le vio. Aquella figura oscura estaba al lado de su cama
tocando el cuadro de la Donna hecho por Miguel Ángel. No podía
moverse de la cama, la angustia y el terror ante aquella figura de la
que solo apreciaba un perfil sombrío y serio. Desde el primer
momento lo reconoció, sabía perfectamente de quién se trataba y lo
peor de todo, sabía qué significaba su presencia...
Con voz pausada y profunda aquella
figura comenzó a hablar sin dejar de acariciar, con cierto cariño,
el rostro que había pintado en el cuadro. :
- Hoy es el principio, hoy comienza el
largo fin de las mentiras y de todo cuanto fue construido por ellas.
Hace años que el hombre se arrancó el pañuelo negro que durante
mucho tiempo vuestras escrituras les impusieron. Hoy, eso a lo que
llamáis espiritualidad y fe se derrumba y son palabras muertas
pronunciada en la boca de los acianos. Los jóvenes, llamados al
futuro incierto no creen en cuentos antiguos, vuestras iglesias son
demasiado grandes y vacíos están sus asientos. Tus hombres son
siervos de la falsedad y sus almas son más oscuras que la de los
demonios que creasteis.-
Una carcajada rompió la tensión y
aquella oscura sombra se arrojó sobre el anciano, su rostro, ahora
iluminado era confuso. Parecía una mujer con rasgos de hombre, un
ser desconcertante.
-Tus antecesores al igual que tú
temían mi llegada y mi mensaje. Vuestro tiempo termina y todo
quedará desvelado. Llora tranquilo anciano y escucha como crujen las
astillas de la cruz...
Con el corazón desbocado el anciano
saltó de la cama. Miró a su alrededor y nada vio, todo estaba
igual, calmado y tranquilo. Cerró los ojos para relajarse y se
volvió a la cama intentando olvidar aquella pesadilla. De pronto su
mirada se congeló en el cuadro de Miguel Ángel. Estaba torcido y la
Donna tomó una expresión totalmente diferente a la que solía
tener, era aquel rostro mitad hombre mitad mujer que sonreía al
pobre niño que tenía entre sus manos...
Escrito el 9 de enero de 2013.
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